lunes, 28 de mayo de 2012

Esos animales son mansitos

No sé en qué estaría pensando mi mamá cuando me llevó a ver Tiburón en el viejo cine california 70 en Ensenada. Debo de haber tenido probablemente unos 8 o 9 años y por supuesto que salí aterrorizado. Esto no hubiera sido mayor problema de no haber sido porque el mar era parte importante de mi vida.

Guerrero Negro es un pueblo de gente a la que le gusta pescar y de todos los habitantes del pueblo mi apá era el más aficionado. Había instalado en su pickapcito una estructura de metal para llevar su lancha siempre lista y solo la bajaba para echarla al mar. Los fines de semana casi siempre eran de pesca y las vacaciones con mayor razón.

Ese año las vacaciones fueron como de costumbre en El Barril. Un rancho escondido en el golfo al que se llegaba después de varias horas de andar por un camino de terracería bastante rudo.

Las vacaciones en el barril eran lo máximo, la aventura empezaba desde que llegábamos al Arco, un antiguo pueblo minero al que se llega tomando una desviación hacia el norte por la carretera transpeninsular. Ahí llegábamos a tomar café y platicar con una familia de amigos de mi papá antes de agarrar el largo camino de terracería que lleva hacia el barril. Ya con las pilas recargadas vámonos!. La cuesta de la Ley siempre era un reto subirla y más delante llegábamos a descansar a los cirios de mi apá. Mi apá tenía dos cirios que decía que una vez que andaba de cacería le habían dado buena suerte, porque después de mucho tiempo de buscar sin ver un solo venado se sentaron a descansar a un lado de ellos y de repente como salidos de la nada aparecieron dos venados. Así que siempre llevábamos un par de galones de agua reservados para echárselos. Dicen que los cirios crecen muy lento, pero sospecho que esto es por la falta de agua, porque estos año con año los encontrábamos más grandotes.

Después de varias horas de camino como dentro de una lavadora automática llegábamos a El Barril, un rancho de unos grandes amigos de mi apá. Ahí vivía Locha con su familia, entre ellos Miguel y Luis, quien después viviría en Guerrero Negro y le decían el Palo Verde, un par de niños de mi edad, así que había con quien jugar.

Siempre nos levantábamos muy temprano, a veces para ir de cacería a las liebres que después nos cenábamos.  Por las tardes también le tirábamos a las palomas con el rifle de municiones y por supuesto que estas terminaban en las brasas, deliciosas!. Para la cena siempre íbamos por hojas para el té de limón a la huerta y después nos salíamos al porche a platicar, y de cuando en cuando pasaban los murciélagos hechos la mocha por encima de nuestras cabezas.

Sin embargo la mayoría de los días eran días de pesca. Nos levantábamos prácticamente de noche y a subir las cosas al pickup para en cuanto saliera el sol estar echando la lancha al agua. El día que nos ocupa estábamos Locha, mi apá y yo como a unos 500 metros de la orilla. Lo que estábamos sacando ese día son unos peces que les decimos viejas, son como cochitos, pero más grandes y de color rojizo si mi memoria no me falla.

El agua estaba clarita y se miraba el fondo a pesar de que debe de haber habido unas 10 o 15 brazas. Y en eso estábamos cuando le pica otro a Locha y me asomo para verlo y....... que pasa un tiburonzote y se lleva el pez de Locha de una sola mordida. Locha ni siquiera sintió un jalón, fue como si lo hubiera cortado con unas tijeras muy filososas. El tiburón probablemente mediría unos tres metros pero les juro que yo lo vi como de 15!. Por supuesto que inmediatamente empecé a llorar.

Apá, vámonos, viste el tiburón?, nos va a comer!

Qué nos va a comer ni que nada, no estés dando lata


Apá, está bien lejos la orilla, nos va a hundir la lancha

Que no hacen nada esos animales, son mansitos!

Y yo llore y llore

Ah sí, tienes ganas de llorar?, te voy a dar un motivo de a deveras para que llores

Dos cintarazos después, ya más tranquilo, me serví una tacita de café para relajarme y seguir pescando.

sábado, 3 de marzo de 2012

El nieto del Santo

Oye Poncho, va a venir el Santo al radio, ¿no quieres traer a tu niño para que se tome una foto? Con esta llamada empezó lo que sería el día más increible en la corta vida del Manú.
-Sí, claro, tú dime a qué horas y ahí estaremos.
- Vente como a la una , llegas a la recepción y preguntas por mí.
- Va, ahí te veo.

Pasé por el Manú a su escuela antes de que fuera hora de salir y le dije que íbamos a visitar a una amiga. No me pidió mayores explicaciones, bastante emocionado estaba con salir de clases antes de tiempo, ya ven, hijo de tigre, pintito.

Llegamos a Uniradio y la verdad es que esperaba encontrarme a un puño de gente para la firma de autógrafos pero el lugar estaba como un día cualquiera de oficina.

-Disculpe señorita, ¿está Tina?
- Sí, ¿este es el niño que iba a venir verdad?
- Sí, este mero es
- Me dijo Tina que por favor la esperaran aquí, que ahorita sale.
- Va, muchas gracias


Y ahí nos quedamos esperando, jugando piedra, papel o tijera. Después de unos 5 minutos o algo así se abre la puerta y sale El Santo. El Manú se le quedó viendo con una cara de asombro total. Y es que como buen tijuanense, el Manú desde muy chiquito es gran aficionado a las luchas, y que de repente se aparezca su ídolo fuera del ring no era algo para lo que estuviera preparado. Pero mucho menos para lo que sucedió después.


- Hola Pedro Alfonso, andaba por aquí cerca y pasé a saludarte.
Y el Manú al borde del infarto sin poder pronunciar palabra. O sea: es El Santo, se sabe mi nombre y pasó a saludarme.

-¿Te puedo cargar?


Inmediatamente estiró los brazos para que lo cargara su ídolo.

- ¿Y tu papá te lleva a las luchas?
- Sí
- ¿y cómo gritas?
- Santo, santo, santo


Y así estuvieron platicando como 5 minutos, el lobby se empezó a llenar de gente de ahí de la radio. Llegó Tina sonriente, orgullosa como tía y el Manú en la luna.

-Santo, ¿verdad que eres mi amiguito?
- Si Pedro Alfonso, claro que sí


Y ya de camino para la casa
- Papá, El Santo es mi amiguito ¿viste? y se sabe mi nombre, ¿cómo se lo sabe?
- Tina le dijo, hijo

- Vamos a ir a las luchas hoy ¿verdad?
- Sí
- Tenemos que ir a apoyarlo porque dijo que iba a estar muy difícil la lucha con la Parka


Y esa noche en las luchas estábamos como era costumbre en la tercera o cuarta fila, al pobre Santo me lo traían a madrazos, y el Manú preocupadísimo

- Amigo, amigo, ¿estás bien?


Afortunadamente la lucha terminó bien, sin ningún luchador lastimado, El Santo victorioso y el Manú feliz.

Meses después, hubo una firma de autógrafos de Blue Demon en el Zoma de insurgentes y ahora Jorge fue el que nos invitó. Llegamos muy temprano y todavía no llegaba casi nadie. Antes de la hora programada llegó Blue Demon y aún no había mucha gente.

- Ahorita vengo papá, voy a hablar con Blue Demon
- Sí claro hijo, ve, a eso vinimos


Y ahí va mi enano chistosísimo y se le para enfrente a Blue Demon y le dice en tono desafiante
- Yo soy el nieto del Santo


Y Blue Demon que se ataca de la risa. Para no hacer el cuento largo sólo permítanme decirles que después de un rato de estar platicando Blue Demon y el Manú se pusieron a jugar tazos.

Santo, Blue, si algún día ocupan luchar contra alguna momia, extraterreste, mujer vampira, zombie o lo que sea, aquí en Tijuana está el nieto del santo listo para ayudarlos.

viernes, 10 de febrero de 2012

Crónica de un amor que no fue

Eran mis tiempos de universitario. Iba manejando mi hondita accord por la ruiz entre quinta y sexta en una calurosa noche de verano cuando la vi al pasar. Ella venía manejando en dirección contraria a la mía y cuando nuestras miradas se encontraron se me quedó viendo, lo cual me extraño sobremanera ya que era una mujer preciosa y yo siempre he sido bastante feo.

No pensé que la volvería a ver, simplemente había sido un momento de suerte. Mis quince milisegundos de gloria. Sin embargo, dicen que cuando Dios no tiene nada que hacer ayuda a los pendejos y días después lo encontré desocupado.

Había estado jugando basketball en la canchita que está a un lado de vicerectoría y fui a la cafetería por algo para el antojo y poder subir al instituto a seguir estudiando. Como iba todo sudado primero entré al baño a lavarme y casi se me para el corazón al toparme frente a frente con ella al salir. Para mayor sorpresa me reconoció y nerviosos no atinamos a decir palabra; ella se fue a sentar con sus amigas y yo a hacer cola para comprar un torcido.

De cuando en cuando nos mirábamos disimuladamente y si nuestras miradas se encontraban rápidamente volteábamos para otro lado con la fútil intención de esconder el hecho de que nos estábamos examinando. Al fin pagué mi torcido y salí de la cafetería atropelladamente, no sin antes voltear por última vez, pero ella estaba viendo hacia otro lado.

Subí al instituto con el corazón a punto de salírseme del pecho y pensando cómo iba a hacer para hablarle. Años después simplemente me hubiera presentado, pero en esa época todavía tenía algo de timidez en el cuerpo.

No me tomó mucho tiempo saber que estudiaba informática y que se llamaba Laura P...... Como cosa hecha adrede nos empezamos a encontrar con frecuencia en la universidad, a pesar de que los dos teníamos pareja cada que nos veíamos nos coqueteábamos con la mirada sin atrevernos a hablar. Un día nos encontramos los dos solos en el micro hacia la universidad y muriéndome de nervios cuando nos bajamos por fin le hablé.

Hola, te llamas Laura ¿verdad?

Sí, ¿y tú eres Alfonso no?

Uff, bendito alivio, le pude hablar y se sabe mi nombre, entonces tal vez no todo está en mi imaginación me dije.

Oye, me gustaría conocerte, ¿te puedo invitar a salir?

Es que estoy saliendo con alguien

Yo también, pero, me gustaría conocerte, vamos saliendo como amigos

Ok, vamos a ver qué pasa

¿Dijo sí?, ¿dijo sí?, ¿esto es real? Y después con una sonrisa coqueta y un poco apenada me dijo

Pasa por mí al trabajo el sábado, salgo a las 4. ¿sabes dónde trabajo?

¡Sí, claro que sí!, repliqué ansiosamente sin caer en cuenta que estaba reconociendo ser un stalker de primera.

Después de haber pasado el trago amargo atravesamos la carretera y la acompañé hasta la entrada de su facultad. Nos despedimos con un beso en la mejilla y me fui de ahí flotando.

Llegó el dichoso sábado y no acudí a la cita. En aquella época debo de haberlo racionalizado de mil maneras, pero la verdad es que estaba aterrorizado de salir con una mujer tan hermosa.

Nunca volvimos a hablar, en la escuela trataba de sacarle la vuelta y supongo que ella hacía lo mismo. Un día estaba jugando beisbol con la selección mi facultad contra la suya y ahí estaba en el público.

Buuuu es un maleta, lo van a ponchar, gritaba cada que me paraba a batear. Lo único que salvaba mi maltrecha dignidad es que cubría mucho terreno en el center field y no se me fue un hit. Eso sí, su boca era de profeta y me poncharon dos veces.

Años después me la encontré en una plaza. A mí se me paralizó el corazón. Ella, simplemente sonrió, me hizo un ademán de saludo, se subió a su carro y desapareció.

lunes, 6 de febrero de 2012

Maussan y la Antimateria

A finales de los 80's o principios de los 90's cuando Jaime Maussan no era el rockstar de la ufología que es hoy, por alguna extraña razón nos regalaron al Jarbi y a mi un par de boletos para irlo a ver al Teatro de la Ciudad.

En esos días todavía estábamos estudiando física en la universidad y el Jarbi era, y hasta la fecha sigue siendo, un apasionado de la física teórica. Así que fuimos llenos de morbo a oir babosadas, en vez de esperar a que nos revelaran los secretos del universo.

La presentación pasó sin pena ni gloria. Algunas fotos, videos, mentiras y los trucos clásicos de un ilusionista. Lo interesante fue al final durante las preguntas y respuestas, una persona del público lanzó la siguiente pregunta que, supongo, para ese momento Maussan ya habría recibido en varias ocasiones anteriores.

¿Sr. Maussan, si la teoría de la relatividad de Einstein prohibe viajar a velocidades más rápidas que la de la luz, cómo le hacen los ovnis para llegar a la Tierra?

Ahhh, contesta Maussan con aires de sapiencia y regodeandose de tener la respuesta lista como as bajo la manga. Lo que pasa es que cuando Einstein sacó su teoría no conocía la antimateria y eso es lo que utilizan las naves espaciales para viajar por el hiperespacio.

Ohhhh, antimateria, eso suena como importante y misterioso ¿no?, solo los iniciados tienen acceso a ese tipo de información y se nota que el sr. Maussan sabe de lo que está hablando.

El problema es que el Jarbi no estuvo de acuerdo.

Disculpa pero no te entiendo

Y Maussan se disponía  a descender del Olimpo y ampliar su explicación cuando el Jarbi, cual Zeus moderno, le avienta un relámpago del cielo.

La antimateria es consecuencia directa de relativizar la ecuación de Schroëdinger, de ahí se obtiene la ecuación de Dirac,la cual, al resolverse se obtienen los positrones. Por eso no entiendo porque dices que la relatividad especial está en contradicción con la antimateria.

Maussan, como el gran merolico que es sin perder la compostura nos dijo con una amplia sonrisa

Ese es un tema avanzado, si quieres lo platicamos a la salida.

Y acto seguido se pasó a la siguiente pregunta.

Por supuesto que lo esperamos a la salida, con la ansias de niños de secundaria que se van a pelear y creen que van a ganar. Me va a oir este pinche farstante de mierda, me lo voy a chingar, decía el Jarbi enfundado en su sempiterna chamarra de lona verde olivo que le daba un aire de revolucionario urbano de temerse. Por supuesto Maussan nunca salió por donde pudieramos verlo. Hasta la fecha no sabemos si salió en un carro por alguna puerta trasera o lo rescataron los marcianos en un cohete de antimateria para evitar que develara sus secretos.