lunes, 13 de abril de 2015

Historias de Lucha Libre

Me encanta la lucha libre mexicana desde toda la vida. De niño coleccioné las estampitas de lucha libre que comprabamos con el Carnitas, y todos los sábados miraba las luchas de la AAA en la tele cuando estaba en la secundaria. Por supuesto que cuando me mudé a Tijuana empecé a visitar el auditorio con frecuencia y estas son algunas historias que les quiero compartir.

El Humberto conoce las luchas

El Humberto nunca había ido a las luchas y me tocó llevarlo por primera vez y creo que no exagero en decir que para él fue una epifanía.

Nos sentamos en la cuarta o quinta fila y para la tercera lucha ya era todo un experto en estar gritando chingaderas. En la penúltima lucha una doña que estaba sentada enfrente de nosotros se sintió aludida por algo que gritó el Humberto y encabronada se volteó y nos empezó a reclamar de forma airada, por no decir que nos la hizo de pedo bien cabrón. Por supuesto que el marido también nos empezó a gritar pero sin mucha convicción.

El asunto no pasó a mayores y seguimos viendo las luchas un poco molestos nada más. Cuando todo se terminó y nos encaminamos a la salida venía la doña todavía reclamándonos. Pasamos al baño y ahí nos alcanzó el marido con cara de encabronado y nos dice

Muchachos, mi señora me mandó a hacérselas de pedo pero no le hagan caso, así es ella, se pone violenta cuando toma, no se aguiten.

Naaah, no te preocupes, pero la neta que no le dijimos nada a ella

Yo sé, pero así se pone, aguanten un poco nomás para que parezca que si les estoy reclamando.

Total que nos quedamos platicando un ratillo de la lucha y el bato se fue con la satisfacción del deber cumplido y el honor marital restaurado.


Pierroth la porra te saluda!

El Manú desde muy chico fue aficionado a ir a las luchas y a los 5 años ya era un veterano del auditorio. Una tarde antes de entrar me pidió que le comprara una trompetita de plástico. No es fácil hacer ruido con esas ondas pero él iba feliz haciéndole la lucha.

Nos sentamos y en vez de gritar se la pasó practicando con su trompeta. Para la tercera lucha ya había agarrado la suficiente práctica y se sentía confiado en sus habilidades, y en un momento en que todo mundo estaba callado se paró en el asiento y gritó a todo pulmón

Pierroth, Pierroth, ¡la porra te saluda! tu tu tututuuu

Cállese pinche doña mariguana!

En esos tiempos teníamos unos clientes muy chambeadores pero muy pobres. Tenían una empresa de estudios de mercado y andaban queriendo levantar un negocito de mensajería local. Lo que les sobraba de ganas les faltaba de capital. Y llegaban con relativa frecuencia a la oficina a saludar y a negociar algún descuento.

Una noche que llegamos el Humberto y yo al auditorio, nos sentamos en la segunda fila y apenas estaba pidiendo las primeras cheves cuando el Humberto me dice

Wachate homie, ¡está el Israel luchando!

Y volteo al ring y veo arriba a uno de mis clientes mencionados gritandose con una doña del público. No teníamos idea de que anduviera metido en esas danzas y fue una sorpresa muy divertida

Eit! Israel!, cabrón! ¿qué andas haciendo?

Y voltea y me saluda con una sonrisa de felicidad

¡Esele Poncho!


En eso la doña le grita algo más y el Isra se vuelve a meter en su personaje y le grita

¡Usted cállese pinche doña mariguana!

La siguiente vez que nos visitaron nos dice el Isra

Ya voy a empezar a luchar enmascarado, les digo mi identidad si nos dan un 50% de descuento

Nos perdimos la huella y no he vuelto a saber de ellos ni como clientes ni como luchadores. Espero que hayan tenido mucho éxito. Se lo merecían

El Wero, el cumpleaños del Humberto y el Perrito

No sé cómo pero nos hicimos clientes consentidos del Wero, un chelero del auditorio. Llegábamos con boletos de zona general que le regalaban los promotores al Humberto y nos reportábamos con el Wero y el nos pasaba a ring side, a tercera o cuarta fila dependiendo de que tan concurrida estuviera la lucha.

La atención que nos daba el Wero era realmente VIP. Nos sentábamos y el Wero se ocupaba de todo, nos trataba como reyecitos, lo que quisieramos él se encargaba de traerlo y nos llevaba la cuenta. Pizza, chicharrón, colitas o lo que fuera se lo pedíamos al Wero y listo. En esos tiempos hasta aguinaldo le dábamos por los servicios prestados a lo largo del año.

En un cumpleaños del Humberto decidió festejarlo en una función de lucha que hicieron en una estructura montable que pusieron en el estacionamiento del hipódromo. Coincidió que ese día hubo un concurso/promoción del periódico frontera y nos ganamos 25 hamburguesas de Baja Burguer y nos estaban esperando en el departamento del Humberto junto con dos tubos de cerveza artesanal que hizo el Alvaro para después de que se acabara la función.

Al Wero ya lo habíamos apalabrado de que se pusiera a un lado de nosotros para no andar batallando. Nos sentamos todos los de la fiesta en una misma fila, éramos como 20 y tuvimos al Wero ocupado toda la noche.

Paulina llevo a sus amigas, muy guapas y muy propias hasta que una perdió el estilo y le vació una cerveza en la cabeza a Nicho el millonario, lo que le valió que la sacaran de la función y que la mencionaran en la revista super luchas como lo negro de la semana. La lucha principal era en jaula y el último en escaparse perdía la mascara o la cabellera pero nosotros traíamos tal desmadre que una parte del público en vez de ver la lucha nos estaban viendo a nosotros y se enojó el perrito Aguayo y nos empezó a reclamar y gritar chingaderas y nosotros atacados de la risa lo mandamos cortesmente a chingar a su madre.

Al final el Wero nos cobró creo que 120 cervezas o vayan ustedes a saber cuantas fueron, ya no estábamos en condiciones de contar.

Castigan al Hijo del Santo

Las rivalidades dentro del ring pueden durar muchos años y trascender generaciones como la de Blue Demon Jr y Rayo de Jalisco Jr.

El hijo del Santo tiene gran rivalidad con el Dandy y esa noche en el auditorio se estaban dando con todo. La lucha se terminó pero de todos modos siguieron la pelea. Se bajaron del ring y se dieron sillazos, se quisieron ahorcar con un cinto, se arremolinaron en medio de la gente y al Humberto no sé por qué se le ocurrió que era buena idea tomar partido y agarró un extinguidor de la pared del auditorio y se lo alcanzó al Santo. El no lo usó para agarrarlo a tubazos, sino que le quitó el seguro y le vació el contenido en la cara bañando al mismo tiempo al Dandy y a mucha gente del público.

El Humberto se dió a la fuga y al Santo lo castigaron 6 meses sin luchar en Tijuana.

Años después por twitter el Humberto le preguntó al Santo que si se acordaba y él le respondió

Claro que me acuerdo, que buena noche ¿verdad?

Joe Lider

Hubo una época en que la familia de Tijuana luchaba muy frecuentemente, Nicho, Demian 666 y Halloween. También de esos tiempos veíamos a  Xtreme Tiger, Arandú, TJ Boy, Mortiz y muchos más. Uno de ellos era Joe Lider, un luchador de Guadalajara que todos amábamos odiar.

Siempre que venía nos la pasábamos duro y dale gritándole cosas y era típico gritarle

Lider, lider, lider hasta que volteaba, y entonces le lanzábamos un Chinga tu madreee!  o algo similar.

Total que un día el Humberto se lo encontró en el aeropuerto y ahí va a pedirle un autógrafo y el Lider se le queda viendo y le dice

Tu eres el pinche gordito que siempre me grita chingaderas en el auditorio, no te doy ni madres!

 

Santo contra la Super Parka

Este no fue un evento normal, esta era una lucha de máscara contra máscara del Hijo del Santo contra La Super Parka. Para una lucha de tal magnitud el auditorio era demasiado pequeño así que esta vez se mudaron al ahora desaparecido toreo de Tijuana.

Esa vez vino de visita Marta, una amiga de Ensenada y habíamos comprado con anterioridad boletos ring side. Llegamos temprano y había una larga cola para entrar en general, unos amigos que nos encontramos nos dijeron que ya tenían un par de horas haciendo cola para que les tocara buen lugar. Afortunadamente a nosotros nos dejaron de entrar de inmediato y a los de general todavía los hicieron esperar un buen rato más.

No me acuerdo quienes lucharon en las preeliminares pero estaba haciendo calorcito, así que le entramos a la cerveza con singular alegría.

Cuando por fin empezó la lucha estelar atras de nosotros estaba un señora bien fanática con una lona de apoyo al Santo y se la pasó grite y grite echándole porras a su ídolo hasta que...

En la tercera lucha el Santo le rompió una tabla en la cabeza a la Super Parka y lo hizo encabronar muchísimo y se quitó la parte de arriba de su disfraz y pues el tipo estaba todo musculoso marcado como fisicoculturista y nuestra vecina de atrás al verlo exclamó

Paarkaa!, caaambio

tiró la lona y cambió de bando.