sábado, 26 de diciembre de 2015

Las chicanadas de Pedro Cervantes

Mi apá era el rey de las chicanadas, todo lo podía arreglar con tape gris y un alambrito, y frecuentemente lo hacía. Todo el que haya conocido sus carros y su afición por andar en los polvorosos caminos de la Baja sabe que no era posible tratar esos carros así sin que se les tronara algo en medio de la nada, lo cual frecuentemente sucedía.


Los viajes al Barril eran particularmente complicados, siempre al llegar a la parte más alta de la cuesta de La Ley nos deteníamos un rato a echarle agua al radiador para que se le bajara la temperatura aumentada por el esfuerzo a su pickapzote Ford 150 , aprovechábamos para descansar un ratito y era una de las dos paradas obligadas en el camino.

La emergencia le llamaban a este pickup, de un color marrón medio indefinido, como todos los carros de mi apá este también era poco afecto a ser lavado y por lo mismo era víctima de la oxidación inevitable al vivir en Guerrero Negro.

En uno de estos viajes ya de regreso hacia Guerrero Negro escuchamos un estruendo y mi apá, mi tía Yochi y yo nos volteamos a ver extrañados, sin entender a ciencia cierta qué había sucedido, pues el carro seguía caminando normalmente. Después de unos segundos mi apá sacó la mano por la ventana, palpó el techo y dijo entre serio y resignado Me lo suponía y detuvo el carro. Atrás en la caja del pickup estaba el techo, que parecía hubiese sido arrancado por la mano de un Godzilla invisible, pero como suele suceder, la explicación más sencilla suele ser la correcta y esta era que simplemente el óxido había arrancado el techo de su lugar. Mi apá, chicano que era, dobló el techo de vuelta a su lugar, sacó unos alambritos y amarró el techo a la carrocería con una x que atravesaba el vidrio de enfrente y así se quedó mientras tuvo ese carro.

Una ocasión, en un carro que tuvo después fui a dejar unas películas a una video que estaba en la loma, tal vez mi memoria me traiciona pero creo que fue la primera video que hubo en el pueblo. Ya se acordaron de cuál les estoy hablando?, no?, bueno, realmente no importa. Total que al encender el carro para regresar a casa se rompió el cable del acelerador. A fin de cuentas soy hijo de Pedro Cervantes así que me dispuse a resolver el problema con lo que tuviera a mano. Como mi apá era muy aficionado a la pesca siempre traía piolas y demás arreos atrás del asiento del carro. Tomé un trozo de piola, lo amarré a la válvula del carburador y saqué la otra punta por la esquina del cofre y me regresé a la casa con una mano en el volante y la otra con la piola que me servía para acelerar. Fue un poco complicado meter los cambios porque siempre los carros de mi apá fueron de transmisión estandard pero al final de cuentas pude llegar sin mayores contratiempos la casa de la Venustiano Carranza #2.

Apá se rompió el cable del acelerador le dije y le enseñé con una pizca de orgullo la chicanada que había hecho para poder regresar. Al día siguiente lo vi echando mecánica, supuse ingenuamente que había comprado el cable para el acelerador y lo había reemplazado, pero nada estaba más lejos de la naturaleza de mi apá. Lo que hizo fue cambiar la piola por otra que supongo sería más resistente, desconectar el freno de mano y amarrar la piola a este, convirtiendo el freno en acelerador. Como ustedes probablemente sabrán todo Guerrero Negro es plano, así que el freno de mano es más bien inútil y mi apá se aprovechó de esto para traer su carro así durante meses. Eventualmente cuando quiso vender su carro tuvo que arreglar el acelerador y volver a conectar el freno de mano.

Otra vez que se le hizo un hoyo al tanque de gasolina trató de suplirlo con un contenedor en el techo del carro y una manguera por la que caía la gasolina directo al carburador, pero mi abuela en cuanto lo vio le puso tal maltratada que tuvo que abortar el plan inmediatamente.

Y así era mi apá con sus carros


sábado, 22 de agosto de 2015

Virgilio el hombrecillo triste

Pobre hombrecillo
Te imagino llegando cansado a casa, hoy fue un gran día para ti, muy probablemente hoy tocaste tu cenit, te recordaremos por muchos años, pero será un recuerdo triste, sin rabia. ¿cómo habríamos de tenerla?, nunca esperamos que fueras a hacer otra cosa que interpretar el papel para el que fuiste contratado. Fuiste; eres, como un rival de Kawaghi, un pobre payaso que vendió su poca dignidad por unas cuantas monedas.

Te sientas en la cama, un poco borracho porque los brindis fueron muchos y las felicitaciones de los hombres grises también tienen su toque embriagador para los que tienen sed de poder. Pero en el fondo sabes que aunque hoy te abracen y reconozcan como uno de los suyos, en realidad no lo eres, solo juegas el papel de bufón del príncipe idiota y no pasarás de tener más poder que el de portero de bar de moda.

Quiero pensar que a pesar de traer el cerebro nublado antes de dormir haces un recuento del día y ahí es donde te llega como ola el verdadero significado de lo que acaba de suceder. Vendiste la pelea, te dejaste caer en el segundo round sin saber a ciencia cierta si podías haber ganado porque nunca te diste siquiera la oportunidad de planteártelo, vaya, ni un mísero jab tiraste, solo te dejaste caer cuando ni siquiera te habían golpeado. No te preocupes, entendemos. No tienes talento, la vida te puso en la cartelera estelar sin que lo merecieras, solo para que los hombres grises ganaran sus apuestas.

Supongo que de joven no te imaginabas esto como tu destino, tú estabas hecho para grandes cosas y ahora yaces babeante en la lona y el público no sabe si abuchearte o tenerte lástima y te preguntas ¿cómo llegué a esto?. Pero el alcohol es benigno y seguro te dará una voz interior que te dirá 'no les hagas caso, mira todas las cosas bonitas que ahora tienes, es pura envidia porque ellos no pueden tenerlas'

Y poco a poco esta vocecilla te susurrará al oído todas las excusas que necesitas para sentirte mejor 'no hiciste nada ilegal', 'lo importante son las instituciones', 'hay que ver el big picture', 'en una semana nadie se acordará de esto' y así te irás quedando dormido. No sabes bien por qué, pero a pesar de estar convencido y orgulloso de tu trabajo, la imagen de tu abuela enfunfurruñada te machaca con recuerdos diciéndote 'no te hagas tonto mi niño, tú sabes lo que está bien y lo que está mal'


Duerme bien Virgilio, tú lugar en la historia está seguro. Te recordaremos, seguro que sí, pero no temas, nadie te va a reclamar nada, tú solo demostraste tu valía, lástima que no era mucha.

lunes, 13 de abril de 2015

Historias de Lucha Libre

Me encanta la lucha libre mexicana desde toda la vida. De niño coleccioné las estampitas de lucha libre que comprabamos con el Carnitas, y todos los sábados miraba las luchas de la AAA en la tele cuando estaba en la secundaria. Por supuesto que cuando me mudé a Tijuana empecé a visitar el auditorio con frecuencia y estas son algunas historias que les quiero compartir.

El Humberto conoce las luchas

El Humberto nunca había ido a las luchas y me tocó llevarlo por primera vez y creo que no exagero en decir que para él fue una epifanía.

Nos sentamos en la cuarta o quinta fila y para la tercera lucha ya era todo un experto en estar gritando chingaderas. En la penúltima lucha una doña que estaba sentada enfrente de nosotros se sintió aludida por algo que gritó el Humberto y encabronada se volteó y nos empezó a reclamar de forma airada, por no decir que nos la hizo de pedo bien cabrón. Por supuesto que el marido también nos empezó a gritar pero sin mucha convicción.

El asunto no pasó a mayores y seguimos viendo las luchas un poco molestos nada más. Cuando todo se terminó y nos encaminamos a la salida venía la doña todavía reclamándonos. Pasamos al baño y ahí nos alcanzó el marido con cara de encabronado y nos dice

Muchachos, mi señora me mandó a hacérselas de pedo pero no le hagan caso, así es ella, se pone violenta cuando toma, no se aguiten.

Naaah, no te preocupes, pero la neta que no le dijimos nada a ella

Yo sé, pero así se pone, aguanten un poco nomás para que parezca que si les estoy reclamando.

Total que nos quedamos platicando un ratillo de la lucha y el bato se fue con la satisfacción del deber cumplido y el honor marital restaurado.


Pierroth la porra te saluda!

El Manú desde muy chico fue aficionado a ir a las luchas y a los 5 años ya era un veterano del auditorio. Una tarde antes de entrar me pidió que le comprara una trompetita de plástico. No es fácil hacer ruido con esas ondas pero él iba feliz haciéndole la lucha.

Nos sentamos y en vez de gritar se la pasó practicando con su trompeta. Para la tercera lucha ya había agarrado la suficiente práctica y se sentía confiado en sus habilidades, y en un momento en que todo mundo estaba callado se paró en el asiento y gritó a todo pulmón

Pierroth, Pierroth, ¡la porra te saluda! tu tu tututuuu

Cállese pinche doña mariguana!

En esos tiempos teníamos unos clientes muy chambeadores pero muy pobres. Tenían una empresa de estudios de mercado y andaban queriendo levantar un negocito de mensajería local. Lo que les sobraba de ganas les faltaba de capital. Y llegaban con relativa frecuencia a la oficina a saludar y a negociar algún descuento.

Una noche que llegamos el Humberto y yo al auditorio, nos sentamos en la segunda fila y apenas estaba pidiendo las primeras cheves cuando el Humberto me dice

Wachate homie, ¡está el Israel luchando!

Y volteo al ring y veo arriba a uno de mis clientes mencionados gritandose con una doña del público. No teníamos idea de que anduviera metido en esas danzas y fue una sorpresa muy divertida

Eit! Israel!, cabrón! ¿qué andas haciendo?

Y voltea y me saluda con una sonrisa de felicidad

¡Esele Poncho!


En eso la doña le grita algo más y el Isra se vuelve a meter en su personaje y le grita

¡Usted cállese pinche doña mariguana!

La siguiente vez que nos visitaron nos dice el Isra

Ya voy a empezar a luchar enmascarado, les digo mi identidad si nos dan un 50% de descuento

Nos perdimos la huella y no he vuelto a saber de ellos ni como clientes ni como luchadores. Espero que hayan tenido mucho éxito. Se lo merecían

El Wero, el cumpleaños del Humberto y el Perrito

No sé cómo pero nos hicimos clientes consentidos del Wero, un chelero del auditorio. Llegábamos con boletos de zona general que le regalaban los promotores al Humberto y nos reportábamos con el Wero y el nos pasaba a ring side, a tercera o cuarta fila dependiendo de que tan concurrida estuviera la lucha.

La atención que nos daba el Wero era realmente VIP. Nos sentábamos y el Wero se ocupaba de todo, nos trataba como reyecitos, lo que quisieramos él se encargaba de traerlo y nos llevaba la cuenta. Pizza, chicharrón, colitas o lo que fuera se lo pedíamos al Wero y listo. En esos tiempos hasta aguinaldo le dábamos por los servicios prestados a lo largo del año.

En un cumpleaños del Humberto decidió festejarlo en una función de lucha que hicieron en una estructura montable que pusieron en el estacionamiento del hipódromo. Coincidió que ese día hubo un concurso/promoción del periódico frontera y nos ganamos 25 hamburguesas de Baja Burguer y nos estaban esperando en el departamento del Humberto junto con dos tubos de cerveza artesanal que hizo el Alvaro para después de que se acabara la función.

Al Wero ya lo habíamos apalabrado de que se pusiera a un lado de nosotros para no andar batallando. Nos sentamos todos los de la fiesta en una misma fila, éramos como 20 y tuvimos al Wero ocupado toda la noche.

Paulina llevo a sus amigas, muy guapas y muy propias hasta que una perdió el estilo y le vació una cerveza en la cabeza a Nicho el millonario, lo que le valió que la sacaran de la función y que la mencionaran en la revista super luchas como lo negro de la semana. La lucha principal era en jaula y el último en escaparse perdía la mascara o la cabellera pero nosotros traíamos tal desmadre que una parte del público en vez de ver la lucha nos estaban viendo a nosotros y se enojó el perrito Aguayo y nos empezó a reclamar y gritar chingaderas y nosotros atacados de la risa lo mandamos cortesmente a chingar a su madre.

Al final el Wero nos cobró creo que 120 cervezas o vayan ustedes a saber cuantas fueron, ya no estábamos en condiciones de contar.

Castigan al Hijo del Santo

Las rivalidades dentro del ring pueden durar muchos años y trascender generaciones como la de Blue Demon Jr y Rayo de Jalisco Jr.

El hijo del Santo tiene gran rivalidad con el Dandy y esa noche en el auditorio se estaban dando con todo. La lucha se terminó pero de todos modos siguieron la pelea. Se bajaron del ring y se dieron sillazos, se quisieron ahorcar con un cinto, se arremolinaron en medio de la gente y al Humberto no sé por qué se le ocurrió que era buena idea tomar partido y agarró un extinguidor de la pared del auditorio y se lo alcanzó al Santo. El no lo usó para agarrarlo a tubazos, sino que le quitó el seguro y le vació el contenido en la cara bañando al mismo tiempo al Dandy y a mucha gente del público.

El Humberto se dió a la fuga y al Santo lo castigaron 6 meses sin luchar en Tijuana.

Años después por twitter el Humberto le preguntó al Santo que si se acordaba y él le respondió

Claro que me acuerdo, que buena noche ¿verdad?

Joe Lider

Hubo una época en que la familia de Tijuana luchaba muy frecuentemente, Nicho, Demian 666 y Halloween. También de esos tiempos veíamos a  Xtreme Tiger, Arandú, TJ Boy, Mortiz y muchos más. Uno de ellos era Joe Lider, un luchador de Guadalajara que todos amábamos odiar.

Siempre que venía nos la pasábamos duro y dale gritándole cosas y era típico gritarle

Lider, lider, lider hasta que volteaba, y entonces le lanzábamos un Chinga tu madreee!  o algo similar.

Total que un día el Humberto se lo encontró en el aeropuerto y ahí va a pedirle un autógrafo y el Lider se le queda viendo y le dice

Tu eres el pinche gordito que siempre me grita chingaderas en el auditorio, no te doy ni madres!

 

Santo contra la Super Parka

Este no fue un evento normal, esta era una lucha de máscara contra máscara del Hijo del Santo contra La Super Parka. Para una lucha de tal magnitud el auditorio era demasiado pequeño así que esta vez se mudaron al ahora desaparecido toreo de Tijuana.

Esa vez vino de visita Marta, una amiga de Ensenada y habíamos comprado con anterioridad boletos ring side. Llegamos temprano y había una larga cola para entrar en general, unos amigos que nos encontramos nos dijeron que ya tenían un par de horas haciendo cola para que les tocara buen lugar. Afortunadamente a nosotros nos dejaron de entrar de inmediato y a los de general todavía los hicieron esperar un buen rato más.

No me acuerdo quienes lucharon en las preeliminares pero estaba haciendo calorcito, así que le entramos a la cerveza con singular alegría.

Cuando por fin empezó la lucha estelar atras de nosotros estaba un señora bien fanática con una lona de apoyo al Santo y se la pasó grite y grite echándole porras a su ídolo hasta que...

En la tercera lucha el Santo le rompió una tabla en la cabeza a la Super Parka y lo hizo encabronar muchísimo y se quitó la parte de arriba de su disfraz y pues el tipo estaba todo musculoso marcado como fisicoculturista y nuestra vecina de atrás al verlo exclamó

Paarkaa!, caaambio

tiró la lona y cambió de bando.

jueves, 26 de febrero de 2015

Historia de amor de media semana

La miré a los ojos y le pregunté ¿sabes hacer tortillas de harina?
sonrió con esa sonrisa orgullosa de quien se sabe triunfador y me respondió:
Ahí supe que estaba irremediablemente condenado a amarla