Era la tarde
del 24 y nuestro duendecillo no encontraba con quien jugar. Todos sus amiguitos
estaban ya en sus casas preparándose para la cena de nochebuena y abrir sus
regalos. Por fin, luego de andar por todos lados se encontró a Isaac y Natalia y
les gritó entusiasmado
¡Oigan amigos! ¿vamos a jugar a las escondidas?
No podemos, tenemos que llegar temprano a
arreglarnos para la cena
Si, dijo Natalia, y hoy no podemos hacer
travesuras, acuérdate que hoy llega Santa Clos, imagínate que no nos trae nada por
desobedecer precisamente hoy
El duende, que
nunca recibía nada de Santa Clos porque como es bien sabido los duendes no reciben
regalos en navidad, solo los niños, y además este duende no se portaba muy bien
así que no tenía razones para ilusionarse, aunque pensaba que sería bonito que por
una vez Santa Clos hiciera una excepción.
¿Por qué no vienes a cenar a la casa? Le preguntó Isaac, estoy seguro que mis papas nos dan permiso.
Isaac |
No, gracias respondió el duende, voy a seguir buscando con quien jugar, de seguro encuentro a alguien.
Bueno, nos vemos mañana dijeron Isaac y Natalia en coro y salieron corriendo
para que no los regañaran sus papás por llegar tarde.
El duendecillo
se quedó triste sin saber a dónde ir, sabía que ya no iba a encontrar a nadie en
la calle. No sabía muy bien porque le había dicho que no al Issaco pero por alguna
extraña razón pensó que no era correcto.
Después de pensarle mucho rato decidió ir a ver al Chema El Viejo a su cueva,
él siempre tenía historias interesantes que platicar.
Al llegar con Chema El Viejo sus perros salieron muy contentos a recibirlo, por lo regular eran
perros muy bravos pero al duende no le ladraban porque siempre les llevaba pan dulce del que sobraba de
un día anterior en la panadería de Don Beto así que eran sus amigos, pero esta vez se le había olvidado.
Lo siento amigos, esta vez no les traje pan
No te preocupes le respondió la cacarota, una perra shar pei por
lo regular muy brava, Don Chema nos dejó mucha
comida.
¿Y eso?
No sabemos pero tiene un par de días que se fue,
por las mañanas viene una señora a vernos y ponernos agua.
Lo que el duendecillo
no sabía es que todas las navidades Chema El Viejo iba a visitar a sus hijas y se
ausentaba por una semana completa. Decepcionado bajó el cerro sin tener una idea
clara de a dónde ir. Se sentía un poco triste y solo y aunque no tenía a donde ir
no tenía ganas de regresar a su casa todavía. Anduvo vagando un rato por las calles
de Mizantla hasta que por fin se sentó en una banca del parque, que en ese momento
estaba completamente vacío. Estuvo pensando en lo que sea que piensen los duendes
cuando están tristes y estaba a punto de quedarse dormido cuando oyó una voz conocida
que le gritaba
¿Canijo duende dónde te metes? Llevo toda la tarde
buscándote, vámonos para la casa!
¡Paulina! Dijo el duende emocionado y corrió a abrazarla.
A Paulina la
hechicera todo mundo en el pueblo le tenía miedo, primero porque había el rumor
de que había convertido a su hermano en botarga y luego por el incidente de la poción
que le vendió a Lord Quesadilla para que durmiera a todo el pueblo. Pero el duende
no le tenía miedo, todo lo contrario, la quería mucho. Tal vez sería porque los
dos eran seres mágicos o porque Paulina era muy buena con él y siempre le
preparaba pastelitos de los que tanto le gustan.
El duende y Paulina la Hechicera |
Cuando
llegaron a la casa de Paulina el duende empezó a brincar por todos lados de puro
gusto pero Paulina lo calmó.
Ya duende ya, tranquilo, ven siéntate a ver la tele
en lo que termino la cena. Y así, amorosamente lo sentó en el sillón, le echó una cobijijta encima
y le puso hora de aventura que era su caricatura favorita, le preparó un chocolate
caliente, le dio un beso en la frente y se dispuso a preparar el pavo.
Cuando el pavo
estaba en el horno Paulina fue por el duende.
Ya estuvo bueno de flojear ven a ayudarme a preparar
las galletas
Y en eso
estaban cuando oyeron unas fuertes pisadas seguidas por unos toquidos en la puerta
Ve a abrir, estamos esperando una visita
Imagínense la cara de susto del duende cuando se encontró frente a frente con Lord
Quesadilla. No es que Lord Quesadilla y el duende fueran enemigos, pero el duende
siempre tenía la habilidad de estropearle sus planes para conquistar Mizantla. Lo
que el duende patas de bolillo no sabía es que en realidad a Lord Quesadilla lo
que le gustaba era tratar de dominar
la ciudad de Mizantla, y que cuando sus planes tenían algo de éxito se aburría
tremendamente. Así que le venía de perlas que el duende le estropeara todo, así podía dedicarse a hacer nuevos planes y estar bien entretenido.
Lord Quesadilla |
Jojojojo dijo Lord Quesadilla mientras abrazaba al duende,
a quien todavía no se le pasaba el susto
Pásale dijo Paulina,
ahorita te sirvo una taza de chocolate para
que entres en calor.
Lord Quesadilla
estaba enamorado de Paulina la hechicera
que como ustedes probablemente ya sepan era la mujer más hermosa de toda la
ciudad de Mizantla. Él no le tenía miedo, porque como todo villano que se respete
tener miedo no está en su personalidad. Después de
que Lord Quesadilla hubo terminado su chocolate Paulina le dijo
Ahora te toca a ti ayudarme, ¡ven para acá y se útil!
Ahora te toca a ti ayudarme, ¡ven para acá y se útil!
¿Entonces me puedo regresar a ver las
caricaturas Paulina?
Si ándale flojito, pero ya no hay más chocolate
hasta después de la cena
El pavo
quedó muy rico y Paulina se sentía muy orgullosa de ver como el duende y Lord
Quesadilla reían de contentos mientras comían. Después con las galletas recién
horneadas se fueron a platicar a la sala. Lord Quesadilla soltaba
unas fuertes carcajadas mientras contaba de las veces que el duende le había frustrado
sus planes y daba algunas pistas de sus maquinaciones futuras. Paulina sonreía
divertida y el duende acurrucado en su cobijita pensaba en que nunca había
estado tan feliz.
Receta de chocolate de Paulina la Hechicera
200 gr. de chocolate en pastilla,
1 lt. leche
Canela (la más aromática q encuentres)
Calentar la leche en una olla con el chocolate, batir constantemente con un batidor manual, dejar hervir la leche (sin dejar de batir y evitando q la leche se derrame, este es el secreto para q quede suuper espumosito y rico)
Retirar del fuego y servir en una taza pre calentada ; esto ayuda a conservar nuestra espuma!!!(mientras estás haciendo el chocolate puedes poner agua caliente en la taza para que esté tibia cuando esté listo el chocolate, una vez que esté listo, retiras el agua y sirves el chocolate)
1 lt. leche
Canela (la más aromática q encuentres)
Calentar la leche en una olla con el chocolate, batir constantemente con un batidor manual, dejar hervir la leche (sin dejar de batir y evitando q la leche se derrame, este es el secreto para q quede suuper espumosito y rico)
Retirar del fuego y servir en una taza pre calentada ; esto ayuda a conservar nuestra espuma!!!(mientras estás haciendo el chocolate puedes poner agua caliente en la taza para que esté tibia cuando esté listo el chocolate, una vez que esté listo, retiras el agua y sirves el chocolate)