sábado, 22 de julio de 2017

Jeremías el Sapo Majadero

Jeremías era un sapo muy malo. Siempre andaba buscando como molestar a las ranas y a los sapos más chiquitos. Como era el sapo más grande de todo el arroyo le gustaba aprovecharse de eso y no dejaba al resto de los sapos y ranitas vivir en paz.

El duende, que a veces se aburría en la escuela y prefería ir a visitar a sus amiguitos, ese día encontró a los sapitos muy tristes porque Jeremías estaba más tremendo que de costumbre y no los quería dejar meterse al arroyo a jugar, y estaba haciendo mucho calor. Cuando el duende escuchó esto se enojó mucho y fue a hablar con Jeremías.

Lo encontró muy contento en medio de un charco bailando y silbando como si no pasara nada, pero cuando vio el ceño fruncido del duende se asustó y dejó inmediatamente de bailar.
--Ven conmigo Jeremías dijo el duende con tal voz de mando que Jeremías no se atrevió a replicar. Empezaron a caminar siguiendo el arroyo. Caminaron en silencio mucho, mucho, mucho, hasta que llegaron a un lugar donde había una poza de agua estancada. Era un sitio solitario y no se miraba ningún otro animalito en los alrededores. Solo unas grandes piedras, algunas palmeras del desierto y un silencio incómodo.

El duende se sentó y se quedó viendo a Jeremías sin decir palabra. Jeremías estaba bastante asustado pues sabía que el duende lo podía golpear ahí y nadie iba a darse cuenta. Además como era un sapo muy majadero lo más probables es que nadie quisiera ayudarle de todos modos.

Después de unos minutos finalmente el duende habló
-- ¿Estás asustado?
-- Sí, ¿por qué me haces esto? 
-- ¿Ahora ves cómo se sienten las ranitas cuando las molestas?

Jeremías no respondió, simplemente se puso muy serio y emprendió el camino de vuelta a casa.
Las ranas no volvieron a quejarse de Jeremías. Ahora cuando el duende iba al arroyo lo miraba jugando solo sin molestar a nadie. Meses después, una tarde particularmente calurosa el duende se encontró a Jeremías en medio de todas las ranitas; se preocupó porque pensó que había empezado a molestarlas de nuevo hasta que una ranita sonriente le gritó

-- Ven! duende, estamos jugando muy a gusto con el agua fresca

Y Jeremías, en medio de todas las ranas, sonriente por tener muchos nuevos amiguitos

sábado, 15 de julio de 2017

Maryam

Supe de la existencia de Maryam Mirzakhaní cuando ganó su medalla Fields. Este no es un logro menor, las medallas Fields son el equivalente al premio Nobel en las matemáticas, con la diferencia de que no se entregan cada año sino cada cuatro y no es solo una sino pueden ser hasta cuatro premiados. A pesar de no ser tan famosas como un Nobel son el máximo galardón al que un matemático puede aspirar.

Hay algo especial en la medalla de Maryam, y es que es la primera medalla otorgada a una mujer en toda la historia de tan prestigioso premio. Además por si fuera poco Maryam es de nacionalidad Iraní. Nacida y criada en Teheran. Dejen reposar esto durante cinco minutos.

No voy a presumir que entiendo la importancia del trabajo de Maryam, si bien estudié física y las matemáticas las tengo muy cerca de mi corazón, estas son una ciencia muy amplia y compleja
como para que un aficionado casual la entienda. Así, si me preguntan si ella es más importante que Paul Erdős no tendría la mínima base para responder.

Tampoco puedo presumir que entiendo lo difícil que debe de haber sido para una mujer en Irán
educarse en matemáticas. Es una sociedad tan cerrada con tantas restricciones y prejuicios que simplemente llegar a la universidad debe de ser un logro por si mismo.

Igual el ambiente de las matemáticas no tiene un piso parejo y tal vez por esto mismo solo una mujer haya ganado la medalla. Igual no puedo decir que entiendo lo que es batallar en una profesión dominada por hombres.

Lo único que medio entiendo, porque sé de las largas horas de trabajo que se requieren para dedicarse a la ciencia, es que debe de haber trabajado mucho. Y debe de haber sido muy brillante y muy comprometida con su trabajo. Tanto que nunca quiso ser la imagen de la mujer en las matemáticas porque esto la distraería de sus investigaciones aunque tal vez esto le hubiera traído más fama y dinero.

Hoy falleció a sus apenas cuarenta años y esto me pone muy triste, porque perdimos alguien que representa nuestros mejores valores. Y porque deja a una hija pequeña que seguro extrañará mucho a su madre


sábado, 1 de julio de 2017

Felipero

Esta historia no empieza por el principio, y es que recordar los días en Rhinocerus es algo intenso, por decir lo menos. Aquello fue caminar en fuego y tocar el cielo a la vez. Una historia así, no es posible escribirla de una sentada y en orden; sus capítulos irán brotando poco a poco y tal vez algún día se unan como retazos de colcha de viejita.

Por aquellos días, 2003 o 2004 tal vez, Tijuana estaba dando sus primeros pasos en la industria del software y CANIETI organizó un gran evento que se llamó IT Americas o algo así rimbombante y de mucho caché. Era una especie de encuentro de negocios al que asistió gente de todo el país. Había un salón grande en el hotel Camino Real con booths de empresas de la región. Telnor y CICESE tenían un par de espacios inmensos y la UABC ocupaba un tercer lugar no muy distante.

También hubo algunas conferencias, de las cuales la principal era la de Felipe Sánchez Romero, director general de Microsoft para Latinoamérica. Felipe era el rockstar del evento, era Bono visitando un ranchito, pues como les digo, la industria de IT en aquella época era prácticamente inexistente en Baja California.

Por una afortunada coincidencia Felipe era amigo de Jorge Sánchez, nuestro socio, y Jorge lo recogió en el aeropuerto y Felipe accedió a platicar unos minutos con nosotros en privado. El hotel sede era el Camino Real, ahí conseguimos una pequeña sala sin proyector ni pantalla, es más, ni Internet tenía. ¿pueden creerlo?, así de avanzado estaba Tijuana. Le mostramos las aplicaciones de escritorio, le platicamos de lo que estábamos haciendo en web y los planes que teníamos para móvil y la integración de servicios. Los 20 minutos que nos había prometido se convirtieron en dos horas, le soltamos toda la visión que traíamos de la integración de móvil y web y como los servicios web con información local cada vez tendrían un papel más preponderante.

Le gustó lo que oyó, nos ofreció su apoyo pero en ese momento no sabíamos que esperar, excepto una palmadita en la espalda. Nos regaló dos años de soporte técnico del que vale caro, y lo usamos unas tres o cuatro veces. Levantábamos el teléfono, dábamos el código que nos regaló y acto seguido nos atendía un ingeniero de Microsoft por el tiempo que fuera necesario sin que jamas nos cobraran un peso.

Sin Internet no había mucho más que mostrarle y Felipe se tenía que ir a cenar con el gobernador y los empresarios más importante de la localidad. Nosotros salimos de ahí muy emocionados por la validación de que íbamos por el camino correcto.

Al día siguiente entramos a su conferencia magistral; en un salón grandote y lleno de gente presentó un video con la visión a futuro de Microsoft. Video lleno de ideas futuristas que hoy nos resultan cotidianas. En un momento de la presentación dijo que le auguraba mucho éxito a la región y volteando hacia nosotros sonriendo dijo que se iba gratamente impresionado con una empresa de la ciudad que le había tocado conocer y que tenía excelente tecnología pero que el reto ahora era que ejecutaran estrategias de marketing de manera correcta. No dijo nuestro nombre, lo cual hubiera estado genial, pero después nos destapó. Se terminó la conferencia y nos fuimos a nuestro booth, que no era otra cosa que una mesita minúscula en el rincón más piojoso de la expo, con un monitorsito flat de 18 pulgadas. Pero con Internet...

A Felipe le dieron el tour de la expo como si fuera Ricky Martin en Miami. Gran comitiva atrás de él y un par de cámaras de televisión filmándolo. Cuando ya iba a llegar con nosotros escuché que le dijo su asistente

-Ya vámonos Felipe, nos va a dejar el avión
- Espérate, deja te muestro una empresa chingona

Y dicho esto se saltó uno o dos booths y llegó con nosotros y me saludó

- Qué tal Alfonso, ¿cómo estás?
- Muy bien Felipe, un gusto saludarlo
- ¿Viste que les eché porras en mi plática?
- Sí, muchas gracias, fue muy emocionante
- ¿Qué me vas a mostrar hoy que sí tienes Internet? 
- Mire, esta es la aplicación web que le decía, en este mapa puede buscar direcciones y le muestra todas las opciones aunque tenga faltas de ortografía, porque, ¿quién sabe escribir Cuauhtémoc? 

Le dije mientras buscaba algo como kuautemoc y le mostraba los resultados.

- Pero apenas empieza lo interesante -añadí- imagínese que necesita un dentista, solo hace la búsqueda y le muestra la ubicación de los dentistas cercanos y sus datos de contacto, ¿ve? aquí estamos y aquí en el mapa están los dentistas de la zona
- ¿Estos datos son reales?
- Sí, levantamos un censo
- ¿Y qué sigue después de esto?, me preguntó para que me luciera, pues de esto ya habíamos hablado
- Sigue llevar esto al teléfono, ahí es donde serán más útiles los mapas
- ¿Ves? le dio a su asistente, Te dije que esta era una empresa chingona

Procedió a despedirse y mientras se alejaba hizo una pausa, se volteó pensativo y me dijo

- Tú vas a ser un hombre muy rico

Se dio la media vuelta y se fue. Y yo ... todavía no pierdo la fe