lunes, 18 de julio de 2016

El Chuy Mercado

A Jesús Mercado Manzo, mejor conocido como el Chuy Mercado, lo tengo en alta estima. A él también lo conozco de toda la vida, fue mi compañero en la primaria durante algunos meses, creo que durante segundo año pero pudiera estar equivocado.

Los primeros recuerdos que tengo del Chuy eran protegiéndome, de que no me fuera a pelear, o si andaba en alguna de mis típicas travesuras que no me fuera a dar un fregadazo. Por alguna razón la seguridad le era muy importante, supongo que su buena cantidad de infortunios ya le deben de haber tocado vivir a esa corta edad.
El Chuy y el Vicky

Durante los años de la primaria me lo encontraba muy seguido con el Carnitas jugando futbolitos, dándole vueltas como reguilete a las varillas y que el azar hiciera lo que le diera la gana.

Cuando yo iba en la secundaria al Chuy le empezó a dar por aventarse sus discursos de diputado ahí en los futbolitos. Si alguna vez les has tocado escuchar alguno, seguro coincidirán que son muy divertidos, como si Don Perpetuo del Rosal de pronto cobrara vida y empezara con uno de sus tradicionales discursos revolucionarios. Si nunca han escuchado un discurso del Chuy, ¿qué les puedo decir?, lo lamento.

Una vez estábamos en una fiesta de coronación en el club de Leones el Juan Pablo, Ricardo Díaz, el Gordo Velarde y yo. Quién sabe cómo fuimos a dar ahí porque seguro que no fuimos invitados. El caso es que ahí nos encontramos al Rulo Lyle, que era nuestro director en la prepa y nos pusimos a platicar; luego llegó el Chuy y se unió a la plática. En esa época además de ser director de la prepa el Rulo era gerente creo que de dos departamentos en exportadora de sal, otro gerente que también estaba en la fiesta y cuyo nombre voy a omitir por prudencia, se sintió incómodo que el Rulo estuviera platicando con el Chuy y llegó a decirle que no era propio para un gerente de exportadora estar hablando con el Chuy. El Raúl que estaba muy joven pero siempre ha sido un cabroncete le dijo que sí a todo,  pero en cuanto el otro gerente se regresó a su mesa le dijo al Chuy
-- Oye Chuy, por qué no lanzas tu candidatura a diputado con un buen discurso, ve allá con ... y ahí mero te lo avientas, él te apoya

Y ahí va el Chuy muy obediente a anunciar su candidatura agradeciendo el apoyo especial de este gerente, que en cuanto el Chuy terminó su discurso, se retiró de la fiesta bastante encabronado y  nosotros muertos de la risa.

En otra ocasión me encontré al Chuy muy asustado afuera del salón de actos, ya era noche, tal vez dos o tres de la mañana, me dijo que alguien lo había amenazado con golpearlo camino a su casa; no traía carro así que lo acompañé a pie a la loma donde estaba viviendo en esa época. Nos fuimos platicando muy a gusto y cuando pasamos el canal ya se miraba más tranquilo. El Chuy es un espíritu servicial, amable, bondadoso, no sé quién pudiera ser tan cruel para amenazarlo o hacerle daño.

La vida  no es fácil para alguien como el Chuy, cuya relación con la realidad es un poco diferente a la del común de la gente, pero afortunadamente mucha gente lo ha ayudado. De aquellos años recuerdo a la Pilili. A todas estas personas de buen corazón solamente quiero decirles; ¡Gracias!

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