martes, 28 de marzo de 2017

Blanquita y la pesadilla de los trámites

Ya he confesado en repetidas ocasiones que fui uno de los peores estudiantes que la facultad de ciencias de la UABC tenga memoria: estiré el reglamento todo lo que pude, no me extrañaría tener el record del mayor número de exámenes extraordinarios de la facultad, y por supuesto que tuve mi buena dosis de problemas con algunos maestros. De algún modo milagroso terminé la carrera y tengo muchas personas a quienes agradecerle; una de las principales es Blanquita.
Blanca era un gusto adquirido, no era fácil tratar con ella de entrada, tenía un carácter duro y hablaba golpeado, sobre todo a los estudiantes de los primeros semestres que siempre traíamos un desmadre con los trámites y ella era la encargada de resolvernos la vida. Sin embargo, una vez que pasabas la corteza de sus regaños encontrabas una persona empática que se preocupaba por ayudarte. Quiero pensar que yo era de sus consentidos, aunque esto no me eximía de mi buena dosis de reclamos cada que llegaba tarde a inscribirme o algún otro trámite extraordinario.

La burocracia de la universidad siempre ha sido densa e irracional y le estoy muy agradecido de que me haya ayudado a sortearla.

La carta de pasante
Cuando terminé la carrera mi primer empleo fue en el Observatorio Astronómico Nacional, ahí nomás cruzando la calle. Afortunadamente empezaría a trabajar en cuanto terminara la escuela, lo único que necesitaba para firmar contrato eran los documentos de rigor y mi carta de pasante, la cual fui a solicitar en enero en cuanto regresaron de vacaciones los de escolar. Ya tenía un par de días trabajando en el entendido que me pagarían mi sueldo retroactivo en cuanto entregara mi carta de pasante, que en ese momento no tenía idea de cuánto tiempo se podía tomar.
Llegué a escolar y pregunté qué se necesitaba para solicitar la carta de pasante

- De qué escuela vienes?
- De la facultad de ciencias
- Ah, no te preocupes, ya Blanca nos pasó sus datos y ya pedimos las cartas de todos ustedes
- Entonces qué necesito?
- Necesitas traerme: dos fotos tipo título, tu certificado de secundaria, el de preparatoria, tu cárdex, constancia de servicio social y tu último recibo de pago
- Ok, gracias

Fui a tomarme las fotos y cuando me las entregaron regresé a escolar

- Aquí traigo mis fotos y mis documentos, pero el certificado de secundaria no lo encontré, ¿no se habrán quedado ustedes con él?
- Deja checo.  Y se fue a su computadora y muy sonriente me dijo,
- No, nos lo entregaste en tal fecha y te lo devolvimos en tal fecha, aquí tengo una copia digitalizada
- Ah muy bien, entonces ya no lo necesitas verdad?
- Sí, sí lo necesito
- Pero para qué? si tienes registro de que te lo entregué y lo tuviste dos años archivado y tienes la copia en tu computadora
- Es que es requisito
- Pero si te estoy entregando el de la prepa
- Es que es requisito  y empezó a repetir esto como mantra cada vez que le quería objetar algo
- Bueno pues, aquí están los otros papeles, deja veo cómo lo consigo

Avisé en el Observatorio que se iba a demorar mi carta y me dijeron que por ellos no había problema pero que no me iban a poder pagar hasta que la presentara, aunque eso sí, me darían mi chequesote retroactivo.
Le hablé a mi amá y le expliqué la situación; por supuesto en Guerrero Negro no se iba a poder solucionar esto así de fácil, pero le habló a la profesora Ramona a La Paz para que le hiciera el favor de corretear el documento y por fin, dos meses después, recibí mi flamante certificado de secundaria e inmediatamente fui a continuar mi trámite.
- Buenos días
- Sí?, qué se te ofrece
- Hace un par de meses vine a solicitar mi carta de pasante pero no tenía mi certificado de secundaria
- Ah sí, ya me acordé de ti.
- Bueno, aquí lo traigo para que ya por fin la puedas pedir
- A ver pásamelo
me dijo mientras con la mano derecha abría un cajón. Lo tomó con la izquierda y sin apenas verlo lo metió en un folder que acababa de sacar y muy sonriente me lo entregó.
Yo estaba confundido, ¿por qué me acababa de regresar mi certificado?, ¿qué no lo iba a necesitar para pedir mi carta de pasante?, acaso no era un requisito indispensable? Con todas estas preguntas en la cabeza abrí el folder para encontrarme con todos mis documentos incluyendo mi carta de pasante ya sellada.
- Oye qué es esto?
- Pues tu carta de pasante
- Si ya la tenías lista entonces para qué querías mi certificado de secundaria?
- Es que es requisito
- Óyeme, me tuviste dos meses y medio sin cobrar mi sueldo por este papel que realmente no ocupabas para nada?!
- Es que es requisito

Aquí la empecé a insultar. Feo. Y no me arrepiento. Y salió su jefe. Y lo insulté más feo. Y tampoco me arrepiento.

El examen profesional 
Año y medio después estaba terminando mi tesis para titularme. Esto era importante porque el Observatorio me estaba exigiendo que me titulara para renovarme mi contrato así que me tenía que poner pilas. Ya con la tesis terminada, firmada por mis asesores y el valor por delante empecé con los trámites.
Fui con Blanca a que me iluminara y me dio una larga lista de requisitos por cubrir para que me pudiera dar la fecha para el examen. Ahora bien, tenía que apurarme porque el papeleo lo tenía que terminar dos semanas antes de que salieran de vacaciones, si no, no me podrían dar fecha para mi examen hasta que regresaran y esto implicaba no estar titulado para la fecha de mi recontratación en el observatorio así que la iba a pasar un mes desempleado si no me apuraba.
El recibo de no adeudo del almacén de física y el del Dadyr fueron los más fáciles de conseguir. En sorteos me hicieron dar un par de vueltas, pero finalmente no tuve mayor problema.
En biblioteca fue donde empecé a batallar; primero resultó que las tesis no habían sido encuadernadas correctamente y no me las aceptaron. A volver a imprimir y empastar todo. Finalmente llegué con las tesis empastadas como Dios manda, y el diálogo con el responsable fue más o menos así

- Ahora sí ya traigo las tesis bien
- Muy bien, cuándo dices que es tu examen?
- No sé, me dan fecha cuando termine todos los trámites
- Uhh, no te las puedo recibir entonces
- ¿Por qué?
- Es que necesito saber el día de tu examen para poderte recibir las tesis
- Oye pero me están pidiendo el recibo de que ya te entregué las tesis para poderme dar fecha
- Lo siento pero no te las puedo recibir, es un requisito que me des la fecha
- Es en serio?
- Sí, claro que es en serio
- Bueno, a ver cómo le hago

Y lo que hice fue esperarme al turno de la tarde para que me atendiera otra persona

- Buenas tardes, vengo a entregarte mis tesis, ya voy a hacer mi examen
- Felicidades, ¿cuándo es tu examen?
- El 21 de junio, 
mentí sin parpadear
- Ok, aquí tienes tu recibo, mucha suerte
- Gracias!

Ya estaba un paso más cerca de mi objetivo ahora seguía el recibo de no adeudo del almacén de Biología, el cual pensé que no sería mayor problema porque nunca había sacado nada. Kafka soltó una carcajada desde ultratumba.

- ¿Qué ondas compa?, vengo a sacar mi recibo de no adeudo
- órale, ¿cómo te llamas?
- Alfonso Paredes
- Deja te busco, aguántame tantito
- Va

Y ahí lo tienen al muchacho buscando mi nombre en el cajón lleno de libretitas amarillas donde guardaban el registro de cada estudiante.

-Oye no estás aquí en mis libretas
- No porque estudié física y nunca saqué nada de aquí.
- Entonces no te puedo dar el recibo
-  Por qué?, si no te debo nada
- Para poderte dar el recibo necesitas estar en mis libretas
- Ok pues y qué tengo que hacer para estar en las dichosas libretas
- Tienes que traerme dos fotografías tamaño infantil y tu último recibo de pago.

Yo previendo ese tipo de cosas llevaba un paquetito de fotografías en la cartera y el dichoso recibo de inscripción que por alguna extraña razón te lo pedían para todo.
- Aquí está compa
Y ahí tienen al bato este poniendo mi nombre en una libretita nueva cuando de repente

-Oye este recibo de inscripción no te va a servir
-Por qué?
- Es que ya está vencido, ocupo el de este semestre
- Bato yo terminé la escuela hace año y medio, me voy a titular, no puedo darte un recibo de este semestre
- Pues este no te sirve
- Entonces quieres que me vuelva a inscribir?

Se me quedó viendo sin contestarme, estoy seguro que tenía ganas de decirme que sí pero al mismo tiempo sabía que era una pendejada así que solo me miraba sin atinar a decir palabra alguna.
Sin poderlo creer me salí del almacencito tratando de poner en orden mis ideas, y en eso veo pasar al director

-Faustino!, ven hazme un paro
- ¿Qué pasó Poncho?
- Este wey que no me quiere dar un recibo de no adeudo
-Les has de haber roto 3 probetas
- No, no le debo nada
- ¿Y entonces?
- Verás pásale a que te explique
Y desde afuera oí que le decía
-Dale su recibo a este cabrón, si lo que quiero es ya no verlo aquí!

Esto con un tono jocoso, así que voy a suponer que lo decía jugando, el caso es que ya solo me faltaba pagar mi derecho de examen. Inmediatamente fui a pagarlo, pero me salieron con que ocupaban una carta de la facultad.
- Carta de qué
- Eres de ciencias verdad?
- Sí
- Ve con Blanca, ella ya sabe 

Y ahí les voy
- Blanca, oye me dijeron en finanzas que ocupan una carta de la facultad para poderme cobrar lo del examen
- Ven mañana por ella Poncho, a mediodía ya va a estar
- Va, nos vemos mañana

Al día siguiente ahí estaba mi famosa carta ya firmada. La abrí de pura curiosidad para ver de qué se trataba el asunto. Y pues nada, quesque a la facultad le constaba que no le debía nada a la universidad. ¡Ah canijo!, ¿cómo le puede constar eso a la facultad si uno paga en finanzas? pero bueno, allá ellos y sus ondas. De ahí me fui derechito a pagar el examen, pero ya eran más de las 3 de la tarde y ya no atendían en la caja, solo me recibieron la carta y verificaron en un cuadernito scribe que no estuviera ahí mi nombre. Al día siguiente llegué a la una y me recibieron con la novedad de que quien cobraba ya se había ido a hacer no sé qué.

- Y cuando regresa?
- Ya hasta mañana
- Ok, ¿entonces a qué horas lo encuentro?
- Toda la mañana hasta las 2

Y al día siguiente llegué a las 11, mi cálculo era llegar justo a la mitad de su jornada laboral para que no fuera ni muy temprano ni muy tarde.

- Buenos días
- Bueno días joven
- Ahora sí vengo a pagar lo de mi examen
- Fíjese que no vino la muchacha y no hay quien cobre, ahora hasta el lunes
- No
- ¿No qué?
- No es posible, me tienes que cobrar hoy. Hoy es mi último día disponible para hacer este trámite y que me den fecha a tiempo para titularme y que me recontraten, así que me tienes que cobrar hoy si no me voy a quedar desempleado.
- Ya te dije que no vino la muchacha que cobra
- No me importa, a mí me cobras a ver cómo, estoy viniendo en horas laborales y me tienes que cobrar
- Pues yo no te puedo cobrar y no hay nadie aquí que haga eso. Regresa el lunes, si quieres, me respondió en ese todo de perdonavidas que suelen tener los burócratas de la UABC. Ya estaba enojado y eso terminó de encenderme
- ¡Pues me vale madres!, no les estoy pidiendo ningún favor, hagan su trabajo con una rechingada

Ahora sí ya estaba bien encabronado, y en eso salió el jefe del departamento a ver por qué estaba insultando a sus muchachos.

- A ver muchachito, ¿qué trae?, esas no son formas
- Pues tampoco son formas que me traigan como pendejo durante días, y su gente que no quiere hacer su chamba

Y le expliqué como estaba todo, y se encabronó

- Yo le voy a cobrar
- Muchas gracias
- No jefe, espérese, yo le cobro dijo algún acomedido por ahí
- ¿Ahora sí verdad?, ni madres, ahora le cobro yo. Ven para acá para que me ayudes

Y se puso el doño enfrente de la computadora a usar el programa de cajas, probablemente nunca lo había visto antes porque no sabía ni a qué picarle

- ¿Dónde le pico?
- Deje jefe, yo le cobro al muchacho
- Que le voy a cobrar yo ya dije, solo veme diciendo donde picarle

Y batallando y todo el señor me cobró, le temblaban los cachetes de lo encabronado. Cuando terminó me dijo
- Listo joven, mucha suerte en su examen
- Muchas gracias!

Y al ir saliendo escuché que les decía
- ¡Ahora sí me van a oír!

Llegué a la facultad, me dieron mi fecha a tiempo, hice mi examen, lo aprobé y todo, pero no me quedaron ganas de hacer el trámite de mi título.
 

El título
Muchos años después por azares del destino estuve trabajando en Softek en las instalaciones de la universidad y se me ocurrió que tal vez no sería tan mala idea solicitar mi título y ahí les voy a tratar de hacer el trámite. Llegué con la señorita, le expliqué mi situación y le pedí los requisitos. Cuando me dijo que necesitaba la constancia de servicio social fue donde se atoraron las cosas.

- Eso suena a un papel que tal vez no tenga
- Es que es requisito
- Sí, entiendo, pero me lo pediste para darme mi carta de pasante, luego otra vez para el examen profesional y además es un papel que me da la universidad, ustedes lo tienen que tener, ustedes me lo dieron.
- Pues no, no lo tengo
- No le puedes preguntar a tu computadora a ver si lo hice?
- No. 

En este momento ya había decidido que no iba a terminar el trámite así que dinamité la conversación
- Mira, deja te explico para que sirven las computadoras, les mete información adentro para que cuando la necesites la puedas consultar, ese es su propósito. Pero bueno, si no tengo la constancia qué me sugieres que haga
- Pues yo creo que lo vas a tener que volver a hacer
- Que tengas buenos días

Y así hasta la fecha sigo sin título.

Solíamos bromear que el día que Blanca se jubilara la facultad se iba a caer a pedazos porque ella era quien la sostenía. Me da gusto que esto no haya sido así, pero por si las dudas, si van a la facultad no se recarguen muy fuerte en las paredes, no vaya siendo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ya he confesado en repetidas ocasiones que fui uno de los peores estudiantes que la facultad de ciencias de la UABC tenga memoria ...

NO. CREO QUE ES PAULO EL DINOSAURIO !!! (DE LOS QUE TERMINO)

Me hiciste Recordar a Blanquita....

Tu karma dijo...

Como bien lo dices, Blanca era una ternura una vez que pasabas los filtros requeridos. La ultima vez que supe de los trámites del título, una vez que ya estaba hecho y firmado por las autoridades universitarias, tardaba cosa de un año en regresar de la ahora, Ciudad de México, cosa que siempre me extrañó ¿Porqué se tardaban tanto en los trámites? la respuesta sigue esperando a Kaliman (Serenidad y paciencia), Hice mi examen profesional en el no tan lejano 1978, una vez con las firmas universitarias fui a la Secretaría de Gobierno del Estado (Zacatecas) y en un día estaban certificadas las firmas, ya en la CdMex, fui a "Profesiones", entregué los requisitos en la mañana y para la tarde ya estaba mi Cédula Profesional y mi título. Sintetizando, en una semana máximo, tienes tu título. Sigue la pregunta en píé.
Saludos Poncho y espero Blanca lo llegue a leer, le dará gusto saber que la recordamos y la seguimos queriendo.