viernes, 22 de noviembre de 2013

Cachanía por debajo del agua

Mi abuela tuvo un amigo en su juventud a quien quería mucho; Baldomero Avilés.
Baldomero era de esas personas simpáticas y dicharacheras que afortunadamente abundan en nuestra tierra, de un carácter sencillo y trato amable era frecuente protagonista de bromas y anécdotas. Algunas se quedaron en mi memoria.


Baldomero Avilés
El catre móvil

En tiempos anteriores en Cachanía el cierre de la compañía minera del Boleo entre otros problemas causó que el pueblo se quedara sin electricidad. La gente planchaba con planchas de carbón, el pescado se refrigeraba con hielo, de aquí viene la expresión Se te acabó el hielo? cuando alguien huele mal por no haberse bañado. Debido a la falta de electricidad que impedía tener abanicos y al fuerte calor de verano la gente acostumbraba dormir en catres fuera de sus casas y Baldomero no era la excepción.

En esa época era común que anduvieran sueltos los nagudos, batos que les daba por andar dando la vuelta de noche haciendo travesuras. Y esa noche se encontraron a Baldomero roncando en su catre. Como estaba profundamente dormido decidieron que sería buena idea llevárselo cargando y dejarlo en algún otro lado. Y ahí van cargando dos cuadras con Baldomero bien dormido, y y sabedores de que su suegro no lo quería se les ocurrió  dejarlo enfrente de la casa de la novia.

Al despertarse por la mañana imaginen la tremenda sorpresa de todos: Baldomero, la novia, el papá de la novia!. Puchi pariente!

Cachanía por debajo del agua



Desde aquellas épocas ya se organizaban las olimpiadas juveniles y debido a la inexistencia de una carretera pavimentada los viajes eran mucho menos comunes y la oportunidad de viajar a  La Paz a competir era algo que traía a los chamacos muy emocionados.


Mi tío Pepe que era muy deportista ya estaba anotado en el equipo y le dijo a Baldomero


Ya te anotaste mano?
No Pepe, ya ves que se tiene que anotar uno en tres deportes y yo nada más juego dos
Anótate en natación
Pero no se nadar Pepe
No te preocupes, el día de la competencia nada más no te presentas y ya.

Y con el plan ya hecho Baldomero se anotó también en natación y agarraron camino a La Paz. El plan parecía perfecto pero falló en tomar en cuenta que Baldomero era medio distraído y lo agarró el día de la competencia paseando por enfrente del malecón.

Tu eres Baldomero Avilés?
Si, yo soy, por qué?
Súbete a la lancha, ya nada más te están esperando a ti, vamos, apúrate

En aquellos tiempos no había alberca entonces para las competencias de natación subían a los muchachos a una lancha se alejaban quien sabe qué tanto de la orilla y órale, el primero en llegar a la orilla gana. Por supuesto esto representaba un reto extra para alguien que no supiera nadar.

Y sonó el disparo de salida y todos se aventaron menos Baldomero por supuesto, que como buen adolescente le costaba mucho trabajo reconocer su mentira. Órale tírate!  Le dijo el de la lancha mientras lo empujaba. Y mientras Baldomero se hundía en la orilla estaba un cronista narrando por micrófono


En primer lugar el competidor de Loreto, seguido muy de cerca por el de Mulegé y La Paz, y el de Santa Rosalía por debajo del agua!.


Y así siguió hasta que se dieron cuenta que el de Santa Rosalía no iba por debajo del agua sino que se estaba ahogando y se apresuraron a rescatarlo. Desde entonces viene el dicho de Cachanía por debajo del agua.


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